ESTANCIAS

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ESTANCIAS

14 de mayo – 30 septiembre 2022

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museo@mihacale.es


Estancias es el título de la muestra que presentamos en el emblemático MIHACALE, Museo de la Industria Harinera de Castilla y León, situado en Gordoncillo (León), ejemplo de buen hacer en el ámbito de la arqueología industrial y hoy convertido en un espacio cultural dinámico de referencia. En realidad, es una exposición que se enmarca en la propuesta Letras en la Panera que en esta ocasión plantea un sincero, profundo y sencillo homenaje a dos escritores leoneses estructurales en el mundo literario. Dos ejemplos claros del cultivo con mimo y profundidad de la palabra escrita, pero también dos pilares esenciales de la palabra tradicional, viva, sentida, dialogada y compartida en directo en El Filandón. Dos autores que han alcanzado del Ministerio de Cultura el Premio Nacional de Literatura; Luis Mateo Díez (Villablino 1942) en 2020 y José María Merino (La Coruña 1941) en 2021, entre otros muchos galardones que atesoran. En esta ocasión Gordoncillo, pequeña localidad que vela atenta por la cultura y su desarrollo, les entregará, por medio de su corporación, el premio Semilla de Oro, formalizado por el escultor colombiano Luis Hernando Rivera. Un símbolo del reconocimiento público y explícito del paisanaje del mundo rural y sus tierras a estas figuras señeras del territorio.

En esta propuesta expositiva no hemos querido recalar ni centrarnos en la obra y figura específica de estos singulares creadores de la palabra. Con el título Estancias hemos intentado una aproximación a esa realidad humana, vital y sentida que se produce cuando en esos espacios privados, solitarios, de paz, sosiego y reflexión, esas estancias, lugares silenciosos, donde se produce la magia de la comunicación y conexión espiritual y cognitiva entre el lector y el escritor. Ese acto individual, irrepetible, íntimo, subyugante, que nos permite abrir las puertas a la imaginación, al viaje, a un mundo nuevo que enriquece nuestro espíritu. Ese espacio, así como sus consecuencias creativas y plásticas, es el territorio sobre el que hemos intentado reflexionar tanto desde una perspectiva general como vinculada a estos dos autores. Así, a partir fundamentalmente de obras plásticas de la colección de Arte Contemporáneo de la Diputación de León (ILC) y de otras cedidas por coleccionistas y artistas que colaboran en el proyecto, proponemos una muestra que pretende poner en valor la interrelación entre el mundo de las artes plásticas y el mundo de la palabra. Las estrechas y directas interrelaciones entre plástica y mundo literario son muy profundas e importantes y de gran significación en nuestra provincia; intentaremos mostrar por medio de un conjunto amplio de obras y documentos estas relaciones.

Hemos incorporado diferentes vertientes y planteamientos en relación al binomio lector/escritor; en primer lugar, aquellos escritores lectores que están directamente vinculados con la acción de la creación plástica. Es esta una cuestión interesante y curiosa, y, aunque no es general, si cuenta con un amplio número de escritores que son al mismo tiempo artistas plásticos. Hemos querido recalcar y poner en evidencia una realidad muchas veces soslayada e incluso olvidada en la actualidad, por la mal entendida especialización a la que parece estar condenada nuestra sociedad actual; cualquier tipo de creación no se produce en territorios estancos y limitados, más bien al contrario, es vinculante, fructífera en conexiones y relaciones entre diferentes áreas de conocimiento que permiten la máxima tensión en el proceso de crear.

Se cuenta en la exposición con el ejemplo emblemático de dos pinturas de Juan Manuel Díaz Caneja, premio nacional de pintura y destacado creador literario. El singular Juan Carlos Mestre que funde la palabra y la plástica en una unidad magistral, como se demuestra con el magnífico libro de artista Cavalo Morto que se acompaña con la escultura dedicada al mismo tema, obra integral que también tiene su conformación performativa musical. Toño Benavides es un magnífico ilustrador de obras de autores literarios en las que bucea, consiguiendo una unidad plástica genial con el texto, prueba de ello son los múltiples premios que atesora, pero al mismo tiempo es un gran escritor y poeta. Castorina la singular pintora y extraordinaria escultora, también escribía bellos y dolientes poemas y textos, muy poco conocidos, pero de gran valía; en este caso se incorpora en la muestra una serigrafía que corresponde al retrato de Miguel Hernández, el poeta de sus anhelos con el que coincidía en su dignidad, sencillez y limpieza de espíritu. Luis Sáenz de la Calzada, intelectual, escritor y creador plástico, está presente con una pieza muy significativa: el retrato de Federico García Lorca, compañero del alma y de la Barraca. Eduardo Arroyo es un caso muy especial, formado en el mundo del periodismo; su autoexilio en Francia le obliga a refugiarse en las artes plásticas, alcanzando un gran reconocimiento internacional, pero en su propuesta plástica lleva implícita la esencia del escritor; su pintura es intensamente narrativa y nos cuenta historias por medio de imágenes, baste citar la obra conjunta con dos amigos Gilles Aillaud y Antonio Recalcati titulada: Vivir y dejar morir o el fin trágico de Marcel Duchamp. Creó así con sus amigos la denominada Pintura Narrativa, pero también realizó una intensa aportación como escritor y coreógrafo. El escritor Ramón Carnicer también está presente en la muestra con una serie de fotografías de magnífica factura, que realizó en su famoso viaje por la Cabrera Alta y Baja para escribir en 1964 el tremendo, trágico y polémico libro Donde las Urdes se llaman Cabrera; un ejemplo claro de como el material documental básico para crear una obra puede alcanzar una gran calidad que en este caso se podría inscribir perfectamente en el ámbito de la fotografía neorrealista del grupo de la Palangana, con Cuallado, Camín o Massat a la cabeza. Un caso especial y destacado es Gustavo Vega que, inscrito en el territorio de la poesía visual, adquiere por derecho propio la convergencia y unión del escritor y poeta con el artista plástico; en la pieza que incorporamos, un ensamblaje objetual, reflexiona sobre la libertad de expresión.

Existe otro grupo amplio de creadores plásticos que hemos incorporado en la muestra porque son grandes lectores y se inspiran constantemente en el mundo literario como espacio y territorio de reflexión. Es el caso de José Antonio Robés, excelente fotógrafo berciano que ha mantenido una estrecha relación con Juan Carlos Mestre, Pereira o Cristóbal Halffter y en este caso hace una interpretación extraordinaria del poemario Poeta en New York de Federico García Lorca. Petra Hernández está presente con un retrato serigrafiado de Antonio González de Lama, singular personalidad literaria que con Vitoriano Cremer y Eugenio de Nora creó la emblemática revista literaria EspadañaEloy Vázquez Cuevas se inspira y retrata a Julio Llamazares. Miguel Ángel González Febrero hace lo propio con Gumersindo de Azcárate, exponente fundamental de la intelectualidad leonesa y pilar de la Institución Libre de Enseñanza y de la Fundación Sierra Pambley. Un destacado pintor leonés perteneciente a la transición del siglo XIX al XX, Primitivo Álvarez Armesto, hace un austero y magnífico retrato sicológico al óleo de uno de los padres de las letras leonesas José Francisco de Isla. Se incorpora a la muestra varios ilustradores de destacado nivel, que son al mismo tiempo grandes lectores, como es el caso de Javier Zabala, premio nacional de ilustración juvenil o Martín con una trayectoria internacional importante en el ámbito del cómic. Con menos trayectoria en el ámbito de la ilustración, pero significativa, está Roberto Díez con las potentes ilustraciones expresionistas del poemario El último hombre de Leopoldo Mª Panero. El joven Samuel Miranda nos aproxima por medio de reinterpretaciones fotográficas los retratos de Manuel Martín, Antonio Gamoneda y Leopoldo Panero. El escultor Jesús Martínez aporta un móvil de extrema sencillez y carga poética.

Se completa la muestra con una sección de creadores que reflexionan directamente o tienen o han tenido relación o conexión con los dos autores Mateo y Merino, caso del escultor Amancio González Andrés que presenta un conjunto magnífico de dieciséis bustos de escritores y escritorasque van desde un realismo muy descriptivo hasta un cierto sentido sicológico, y entre ellos se encuentran los dedicados a Luis Mateo Díez y José María Merino. Las fotografías del magnífico fotógrafo astorgano Amando Casado, dedicadas a estos dos autores, profundizan en su personalidad con una notable fuerza y expresividad. Se aporta un libro de artista, centrado en los Arcanos, de Manolo Jular, destacado creador vinculado estrechamente a la revista Claraboya. Revista que se incorpora íntegramente en su edición original y que fue creada por Luis Mateo Díez, Agustín Delgado, Ángel Fierro y José Antonio Llamas y en la que colaboraron muchos poetas e ilustradores gráficos: Javier Carvajal, Higinio del Valle, José Antonio Díez, Marí Carmen Andrada, Luis G. Horna o Manuel Jular, el fotógrafo Manuel Martín y Balibrea. Precisamente se cuenta en la muestra con un conjunto amplio de fotografías de Manuel Martín de los integrantes de la revista, así como una fotografía, incorporada en el número 14, evocadora de un mundo mágico surreal. De Higinio del Valle podemos contemplar una imagen tratada por ordenador de gran expresividad plástica de última época. En el caso de José Antonio Díez, hermano de Luis Mateo Díez, hemos seleccionado una pintura de primera época correspondiente al Premio de Pintura de Exaltación de los Valores Leoneses de 1965 Villablino y varias obras de última época de tratamiento de imagen de un gran interés. José Antonio Díez es un gran desconocido creador de una gran importancia. También se incorpora a la exhibición una pieza singular y espléndida, la suite de grabados de Félix de Cárdenas, del libro León Traza y Memoria realizado a tres: Luis Mateo Díez, José María Merino y Antonio Gamoneda. Como punto de inflexión se incluye una obra de Ramón Villa, publicada en el Filandón, que sirvió para ilustrar un texto de Merino. De la colección privada de Alfonso García se aportan una serie de obras pictóricas de José María Merino que son felicitaciones y documentación variada; entre ellas se encuentran los discursos de ambos escritores correspondientes al ingreso en la Real Academia de la Lengua Española. Por último, se incorpora un dragón de materiales reciclados de elementos industriales de Juan Carlos Uriarte, artista multidisciplinar, lector infatigable, bibliófilo y librero de una parte muy destacada de intelectuales y creadores que se reunían alrededor de la librería Pisa, verdadero cenáculo político y cultural de León.

Una muestra especial y sencilla al mismo tiempo, que pretende poner de relieve la interrelación del mundo de la palabra con las artes plásticas y la relevancia que el mundo de las letras tiene para los artistas plásticos, así como homenajear a estos dos magos de la palabra, Luis Mateo Díez y José María Merino.

CIUDADES

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CIUDADES

9 de abril a 29 de mayo 2022

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museo@mihacale.es


Las fotografías de Sebastián Román son gélidamente bellas. Ciudades que están en nuestro imaginario común, todas familiares, si bien inexistentes. Tenemos la sensación de que las conocemos porque las tenemos grabadas en nuestro subconsciente cultural, sin embargo, son la materialización, en forma de maqueta urbanística, de una pesadilla apocalíptica de su autor, el mundo tras la extinción de la raza humana. Un mundo deshabitado del que sólo queda su resto material en forma de ciudades hiper-tecnológicas y frías.

Al contemplar las fotografías de Sebas no dejo de preguntarme si ese será nuestro futuro y, sobre todo, me pregunto qué es lo que ha acabado con nosotros, ¿una bomba de neutrones?, ¿un virus asesino liberado de algún laboratorio? ¿La incapacidad para procrear? ¿La falta de recursos tras nuestro consumo insaciable?- . Algo tan salvajemente eficaz que acaba con los humanos, pero no con sus creaciones.

Produce escalofrios contemplar en las fotografías el vestigio del hombre sin el hombre, la huella de su capacidad tecnológica pero la certeza de su incapacidad frente a la grandeza inmisericorde de la naturaleza o su propia falta de autocontrol.

En el proceso creativo de Sebas están presentes, tres elementos fundamentales; por una parte, el estudio del vestigio, de la huella, del rastro_ elabora sus maquetas a partir de deshechos de ordenadores, de lo que ya nadie quiere, a partir del resto material más característico de nuestra era: la chatarra electrónica. Una antigua tarjeta de memoria se torna en la mente de Sebas en un rascacielos de Wall Street; lo que en otro momento fuera un teclado de ordenador es, en su universo, las viviendas unifamiliares que bordean una bahía de una gran ciudad_Todo tiene otra vida en el cosmos de este autor. Este es, precisamente, otro de los elementos con los que juega Sebas; el reciclaje, la segunda oportunidad de las cosas, la vida más allá de la utilidad.

El tercer aspecto que no debemos obviar en la obra de este artista es e l aspecto lúdico, el juego. No me cuesta nada imaginar al niño Sebas encerrado durante largas horas jugando a los legos, al tente, a los clicks. Creando mundos alternativos tal vez para espantar sus miedos o tal vez para tenerlos presentes o quizás, simplemente, divirtiéndose, recreando las mil y una películas futuristas que forman parte de nuestra filmoteca vital.